Después de una larga lucha para obtener una remuneración justa, los creadores brasileños del audiovisual, están a un paso de lograrlo
En el mejor momento: el Ministerio de Cultura acaba de expresar públicamente el reclamo de derecho moral que desde hace años anima cientos de creadores audiovisuales (directores de cine / TV / animación, escritores y artistas) dada la necesidad urgente del pago de los sagrados derechos de autor cada vez que nuestro audiovisual tenga comunicación pública.
Se trata de una histórica reivindicación (actualmente, es inestimable conquista de los músicos), sin ninguna connotación política, partidaria o ideológica, sino de una prevalencia autoral que va a enmascarar a los cuatro millones de creadores esparcidos por los cinco continentes que se benefician que se remonta a los Iluministas, y es una cláusula pétrea de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU (1948). Como sentencia el jurista chileno, Santiago Schuster: “Creadores sin derechos de autor es lo mismo que ciudadanos sin derechos políticos”.
Así, por primera vez en el cine brasileño, cientos de creadores que firman e interpretan miles de obras audiovisuales exhibidas entre nosotros y exportadas a casi 200 países, van a ascender a un nivel civilizatorio que vigila entre autoras y autores del audiovisual de países de América Latina, Canadá, Europa / Este, África, Oriente Medio, Asia / Pacífico. Es una conquista que nos alimenta, pues legitima, a partir de ahora, que cubrimos y recibimos derechos de autor en todos los ambientes y plataformas, en especial en línea, pues es en ella que se configura la mayor ilicitud por la indébita apropiación de nuestro talento y expertise sin la debida y justa remuneración.
¡Llegó la hora ha llegado!
Para ello, la Ley del Derecho de Autor, que es nuestra ineludible Carta Magna desde 1998 y asegura nuestros derechos a la comunicación pública, ahora en vías de ser aplicada conforme a los ritos jurídico-institucionales previstos y aprobados por el Ministerio de Cultura, va a representar un gigantesco agregador económico financiero, tanto para los criadores y para toda la vasta cadena productiva y reproductiva de este estratégico segmento del país. ¡Un éxito anunciado como jamás se vio en el audiovisual brasileño!
Sylvio Back é cineasta e roteirista (Foto de Ana Paula Amorim/Divulgação)